lunes, 5 de febrero de 2007

Influencias europeas que dieron origen al surgimiento de la Ópera y cuales eran las condiciones existentes en el país que facilitaron su aparición por

En latín la palabra ópera es el plural de opus, que significa 'obra'. El término sugiere que combina los artes de canto coral y solo, declamación y baile, en un espectáculo en escena.
La primera obra considerada una ópera, en el sentido comúnmente entendido, data aproximadamente del año 1597. Esta fue Dafne, (obra actualmente desaparecida) escrita por Jacopo Peri para un círculo de humanistas letrados florentinos conocidos como la Camerata de Bardi de Dafne fue un intento por revivir la tragedia griega clásica, como parte de la amplia reaparición de la antigüedad que caracterizó al Renacimiento. Un siguiente trabajo de Peri, Euridice, que data del año 1600, es la primera ópera que haya sobrevivido hasta la actualidad. No obstante, el uso del término ópera se inicia cincuenta años después, a mediados del siglo XVII para definir las piezas de teatro musical, a las cuales se les refería hasta ese momento con formulaciones universales como dramma per musica ('drama musical') o fávola in musica ('fábula musical'). Diálogo hablado o declamado, llamado "recitativo" en la ópera, acompañado por una orquesta o por una escueta línea de bajo, es la característica fundamental del melodrama, en el sentido original.
Ópera barroca
La ópera no se mantuvo confinada a audiencias cortesanas. En el año 1637 en Venecia emergió la idea de una "temporada" de óperas de asistencia abierta a todo público, financiada por la venta de entradas. Influyentes compositores de ópera del siglo XVII incluyen a Francesco Cavalli y Claudio Monteverdi, cuyo Orfeo (1607) es la ópera más antigua que todavía se representa hoy en día. Una siguiente obra de Monteverdi, Il Ritorno d'Ulisse in Patria (1640), también es conocida como una obra muy importante de los inicios de la ópera. En estas primeras óperas barrocas, se combinaba la comedia con elementos trágicos de una manera tal que desprendía una amplia sensibilidad, lo que inició el primero de muchos movimientos reformistas de la ópera, el cual fue asociado con el poeta Pietro Trapassi, conocido como Metastasio, cuyos libretos contribuyeron a cristalizar el tono moralista de la ópera seria. La comedia en la ópera barroca estaba reservada para la ópera bufa, en una tradición en desarrollo separado que, en parte, se derivó de la comedia del arte.
La ópera italiana estableció el estándar. Los libretti italianos fueron la norma, incluso para compositores alemanes como Händel que escribía para audiencias londinenses, o Mozart en Viena, cerca de finales del siglo XVIII.
Bel canto
El bel canto era un estilo presente en la ópera italiana que se caracterizaba por el virtuosismo y el adorno que demostraba el solista en su representación. En la primera mitad del siglo XIX el bel canto alcanzó su nivel más alto, a través de las óperas de Gioacchino Rossini, Vincenzo Bellini y Gaetano Donizetti.
Ópera francesa
En rivalidad con producciones importadas de ópera italiana, una tradición francesa separada, cantada en francés, fue fundada por el compositor francés Jean-Baptiste Lully, quien monopolizó la ópera francesa desde 1672. Las oberturas de Lully, sus recitativos disciplinados y fluidos y sus intermezzi, establecieron un patrón que Cristoph Willibald Gluck luchó por reformar casi un siglo después. La ópera en Francia ha continuado incluyendo interludios de ballet y una elaborada maquinaria escénica.
La ópera francesa estuvo influenciada por el bel canto de Rossini y otros compositores italianos.
Ópera comique
La ópera francesa con diálogo hablado es conocida como ópera-comique, indistintamente de su contenido. Ésta tuvo su auge entre los años 1770 y 1880, y una de sus representantes más reconocidas fue Carmen de Bizet en 1875. La ópera-comique sirvió como modelo para el desarrollo del singspiel alemán y puede llegar a asemejarse a la operetta dependiendo del peso de su contenido temático.
Grand Ópera
Los elementos de la Grand Ópera francesa aparecieron por primera vez en las obras Guillaume Tell de Rossini en 1829 y Robert le Diable de Meyerbeer en 1831. Se caracteriza por tener decoraciones lujosas y elaboradas, un gran coro, una gran orquesta y un número elevado de personajes.

Ópera alemana
El singspiel alemán La flauta mágica de Mozart se encuentra al frente de la tradición de la ópera alemana que fue desarrollada en el siglo XIX por Beethoven, Weber, Heinrich Marschner y Wagner. La primera gran ópera alemana del siglo XIX fue Fidelio (1805; revisada en 1806 y 1814), de Ludwig van Beethoven, un Singspiel dramático para el cual el compositor escribió cuatro oberturas diferentes. Está basada en la historia del rescate de un cautivo, trama que se había hecho popular durante la Revolución Francesa. Carl Maria von Weber creó la ópera romántica alemana con El cazador furtivo (1821), basada el relato homónimo de El libro los fantasmas de Johann August Apel; y las igualmente fantásticas Euryantha (1823) y Oberón (1828).
En el año 1808 llega la primera presentación de una opera bajo la producción de una compañía francesa, y se puede decir que es lo que da origen al estudio de la opera en nuestro país, ya que la escuela de chacao preparo a muchos compositores, pero todos ellos bajo la influencia de la música religiosa, después de la muerte del padre Sojo (1799), los músicos de la época empiezan a experimental con otras formas y estilos musicales.
Unos de los acontecimientos más nombrados para la fecha fue la inauguración del teatro de Caracas, en el año 1854, y para tal fiesta se presento la Opera de Verdi.

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